El día de ayer el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD) presentó un informe sobre la situación política y socioeconómica del Paraguay y tocó en especial un tema bastante actual y preocupante: La migración.
Este informe revela una encuesta realizada según la cual el 40% de la población piensa en ir al extranjero a buscar mejoras económicas.
Debería ser bastante llamativo para el gobierno que casi la mitad de los habitantes del país tengan que pensar en esta salida. Y fijémonos bien que estos 40% hablan de mejoras económicas, es decir, no están conformes con su situación en cuanto a dinero se refiere. Aquí, tal vez no están reflejadas aquellas personas que también están pensando en emigrar por otros motivos como son la inseguridad personal y jurídica, la corrupción reinante, la falta de esperanza de que esto mejorará a corto plazo, etc. y entre los cuales mi familia y yo nos incluímos.
La migración hacia el extranjero que está sufriendo el Paraguay, un país de pocos habitantes, ha sido ya tema de debates periodísticos y comentarios de toda laya. Pero hasta ahora, nadie ha hecho ningún esfuerzo real por atacar sus causas y tratar de paliar este efecto que se está dando en forma masiva.
Yo estoy, con bastante paciencia, haciendo los trámites que debo hacer para establecerme, a corto plazo espero, en Canadá. Dimos con mi familia un golpe de timón para cambiar el rumbo de nuestras vidas y confiamos en que es la mejor decisión. Obviamente, ya el tiempo lo dirá pero estamos seguros que no nos equivocamos. La vida se vive una vez y hemos decidido salir a buscarla en la manera que nosotros creemos que debe ser, con seguridad, buena educación para nuestros hijos, mejores oportunidades tanto académicas como laborales, y sobre todo una mente abierta al mundo, a un mundo cada vez más globalizado al que, lastimosamente, el Paraguay a través de sus gobernantes, se niega a entrar.
Este informe revela una encuesta realizada según la cual el 40% de la población piensa en ir al extranjero a buscar mejoras económicas.
Debería ser bastante llamativo para el gobierno que casi la mitad de los habitantes del país tengan que pensar en esta salida. Y fijémonos bien que estos 40% hablan de mejoras económicas, es decir, no están conformes con su situación en cuanto a dinero se refiere. Aquí, tal vez no están reflejadas aquellas personas que también están pensando en emigrar por otros motivos como son la inseguridad personal y jurídica, la corrupción reinante, la falta de esperanza de que esto mejorará a corto plazo, etc. y entre los cuales mi familia y yo nos incluímos.
La migración hacia el extranjero que está sufriendo el Paraguay, un país de pocos habitantes, ha sido ya tema de debates periodísticos y comentarios de toda laya. Pero hasta ahora, nadie ha hecho ningún esfuerzo real por atacar sus causas y tratar de paliar este efecto que se está dando en forma masiva.
Yo estoy, con bastante paciencia, haciendo los trámites que debo hacer para establecerme, a corto plazo espero, en Canadá. Dimos con mi familia un golpe de timón para cambiar el rumbo de nuestras vidas y confiamos en que es la mejor decisión. Obviamente, ya el tiempo lo dirá pero estamos seguros que no nos equivocamos. La vida se vive una vez y hemos decidido salir a buscarla en la manera que nosotros creemos que debe ser, con seguridad, buena educación para nuestros hijos, mejores oportunidades tanto académicas como laborales, y sobre todo una mente abierta al mundo, a un mundo cada vez más globalizado al que, lastimosamente, el Paraguay a través de sus gobernantes, se niega a entrar.
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