jueves, diciembre 07, 2006

EL TERERE


Y bueno, a muchos les llamará la atención el nombre del blog (en especial a quienes no son paraguayos).

Descriptivamente, el tereré es una bebida que se toma en una guampa (cuernos de vacuno) con yerba mate y agua helada a través de una bombilla. Es como el mate pero frío. Se puede adicionar al agua algunas hierbas medicinales que abundan en el Paraguay y que sirven para varias dolencias según nuestras abuelas y madres, y que fueron transmitiéndonos de generación en generación.

Algo he tratado de explicar en la descripción de este blog pero voy a transcribir aquí un e-mail que me llegó hace ya un tiempo y que resume con mucho acierto, lo que el tereré significa para los paraguayos.

EL TERERE El tereré no es una bebida...
Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca.

Pero no es una bebida.
En el Paraguay nadie toma tereré porque tenga sed.
Es más bien una costumbre, como rascarse.

El tereré es exactamente lo contrario que la televisión.
Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es hola y la segunda ¿tereré?.

Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres.
Pasa entre mujeres serias o chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos de un geriátrico o entre los adolescentes mientras estudian.

Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse nada en cara.
Colorados y liberales ceban tereré sin preguntar.
En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos.
Los buenos y los hijos de puta.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar tereré cuando lo pide, y se sienten grandes.
Sentís un orgullo enorme cuando ese enanito de tu sangre empieza a tomarlo.
Que se te sale el corazón del cuerpo.
Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo solo, con yuyos, con un chorrito de limón.

Cuando conocés a alguien por primera vez, siempre decís, si querés venite a casa vamos a tomar tereré.
La gente pregunta, cuando no hay confianza: con limón, muy frió o no? El otro responde: Como tomes vos.

Los teclados de las computadoras tienen las letras llenas de yerba.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas.
Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te la da, de onda le pedís y está todo bien. La yerba no se le niega a nadie.

Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez un tereré, solos.
No es casualidad. No es porque sí.
El día que un chico toma su primer tereré sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma.
O estas muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un tereré solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno.
Por adentro hay revoluciones.

El sencillo tereré es nada más y nada menos que una demostración de valores.
Es la solidaridad de bancar esa yerba lavada porque la charla es buena, la charla, no el tereré.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablas mientras el otro toma y viceversa.
Es la sinceridad para decir, cambiá la yerba, o arreglalo un poco.
Es el compañerismo hecho momento.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, ¿está rico, no?
Es la modestia de quien ceba el mejor tereré.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir gracias, al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones mas que compartir.

Ahora vos sabes, un tereré no es sólo un tereré. Andá preparando el termo, que voy para allá.

Autor: un paraguayo anónimo

Bueno y para rematar, voy a mencionar algo que hace tiempo oí decir a alguien, ya no recuerdo a quién: "El mate es para tomarlo solo y reflexionar, meditar, en cambio el tereré es para compartirlo y disfrutarlo entre amigos".

Bueno, les dejo un rato que tengo que cebarme un poco de tereré... AAAHHHH !!!

2 comentarios:

Guillermo dijo...

Mi estimado amigo, lamento desilusionarlo pero toda esa descripción tan linda sobre la infusión de referencia es, lisa y llanamente, un plagio. Por favor dígale al paraguayo anónimo que lo escribió que queda feo cambiar la palabra "tereré" por la palabra "mate" con un vulgar search and replace.

El texto original es de Hernán Casciari en su weblog de una mujer gorda y lo podés encontrar aquí...

http://mujergorda.bitacoras.com/archives/000131.html

Un abrazo.

Tereré dijo...

Y bue... Guille, hablando de corrupcion la verdad no me extrañaria. No se quien lo habrá plagiado pero mirá que es lo mismo, te cuento que con el tereré pasa lo mismo aqui que con el mate por Argentina y seguramente Uruguay. Y hablando de mate, es otro vicio que tengo. Bien calentito por las mañanas antes de salir para el laburo. Nada mejor para despabilarse.